Piensa en lo que sabes hacer y busca salir de donde estás
La mayoría de las personas tenemos un problema: No nos gusta pensar en cómo enfrentar o salir de una situación difícil, como la que estamos viviendo hoy en día a nivel mundial.
En muchos países existen problemas de diferentes tipos, y los que más pasan angustias y necesidades son aquellas personas que no buscan pensar en soluciones y en lo que saben.
Una de las principales causas por la que no les buscamos solución a las dificultades es que nos enseñaron a ser empleados. A depender de los demás, y no estamos preparados para enfrentar la vida por nuestras propias manos.
Al no tener empleo, no encontramos qué hacer, la mente se llena de neblina y no se piensa en las soluciones. Por el contrario las personas se estresan y muchas llegan a enfermarse, incluso se les presenta la muerte.
A las personas mejor preparadas desde el punto académico y profesional también se les nubla la mente cuando no tienen empleo. A estas personas se les presenta en mayor medida el miedo, pues están acostumbradas a trabajar en oficinas, son académicos, profesores, médicos, educadores. En fin profesionales, que precisamente son las personas que contribuyen con el desarrollo social, económico e institucional de un país.
Para lograr superar las adversidades y las crisis que se nos presentan debemos dejar el miedo y las preocupaciones a un lado y enfrentar la situación que se nos presenta.
Lo primero que se debe hacer es sentarse, con papel y lápiz en mano, y pensar: Qué se hacer. Todas las personas por naturaleza sabemos hacer algo. Solo que en tiempos de crisis la mente se embota que aunado a las preocupaciones, la mente no produce ideas de solución.
Las personas deben buscar dentro de sí mismos todo el potencial que tienen. Ese talento que se encuentra dormido en la mayoría de las personas, y que no saben que lo tienen.
Buscar con sinceridad y honestidad dentro de nuestro ser, es lo mejor que puede hacer una persona para tratar de una vez por todas salir de la pobreza.
El otro problema que tenemos las personas es que no toman decisiones, no son determinantes. Están viviendo una experiencia amarga, o insatisfacciones económicas y todavía no piensan salir de la pobreza. Hacen poco o nada por buscar la prosperidad y la riqueza, ven esto como imposible de lograr y prefieren permanecer en los vaivenes que les presenta la vida.
Una idea y lograr llevarla a la realidad es lo que nos dará el éxito. La mayoría de las personas no piensan en una idea, las personas piensan en encontrar un empleo, y trabajar de manera segura por unos 30 años.
El deseo de ser distinto a lo que eres, es lo que transforma la vida
Las personas en general desean vivir bien, tener calidad de vida, tener dinero para satisfacer sus gustos, y desean tener riqueza. La que diga lo contrario está mintiendo, y miente pues la mayoría de las personas se auto sabotean. Dicen que el dinero no es la felicidad, que el dinero no lo es todo, y muchas cosas más, palabras conocidas por todos.
Estas afirmaciones por simples que parezcan tienen el poder de hacer que las personas no logren obtener lo que desean. Lo que logran obtener es una vida de subsistencia en vez de lograr una vida de sustancia.
Otro hecho es que la mayoría de las personas no creen en el poder de las palabras. No le prestan atención a lo que sale de sus bocas. Esto conlleva a que las personas piensen que la riqueza es imposible de alcanzar.
Partiendo de este hecho las personas crean obstáculos mentales, hacen que la poca fuerza de voluntad que tienen por lograr obtener dinero o algún deseo, desaparezca como el humo en la montaña y no saben hacia dónde se va.
Las personas deben saber que todo cambio se inicia por nosotros mismos, no fuera. Se debe entender que si desea no seguir siendo el mismo ser humano, el que ya es, el que no ha obtenido los resultados esperados, es momento de que se permita pensar en cambiar.
Con solo pensarlo y no desearlo no lograrás nada. Se debe añorar y anhelar un deseo intenso por ser una persona distinta a la que ya eres. No se trata de convertirte en evangélico, buscar una religión o un dogma religioso ni ideológico, se trata de lograr cambiar nuestras vidas para el éxito, la prosperidad y la riqueza.
Para cambiar y querer transformarse en lo que deseas, debes primero anhelar ese cambio, de ser diferente a lo que has venido siendo por años. Muchas personas señalan: La misma vida de siempre, lo mismo, pero no buscan salir de ese estilo de vida, que en la mayoría de los casos se vive en la pobreza.
Cuando hablamos de cambiar, se trata de cambiar de actitud, de elevar nuestra mente a los más altos niveles de conciencia. Mirar nuestro ser y buscar salir del estado de conformismo en el que nos encontramos, o de la pobreza en la que se encuentran muchas personas.
¿De dónde proviene la maldad de las personas?
Nos hemos preguntado algunas vez ¿de dónde proviene la maldad de las personas?. Esta pregunta es un enigma, nadie tiene respuesta certera, sólo aproximaciones o estimaciones.
La familia, el entorno familiar, las relaciones con otras personas, incluyendo el sistema educativo, religioso y político pueden influir en el desarrollo de la personalidad, sentimientos y emociones de las personas.
No se explica como madres y padres de buen comportamiento dentro de la sociedad, tengan hijos con cierto grado de maldad dentro de ésta. Entre hermanos existe la envidia a pesar de que nacieron de una misma madre y un mismo padre.
No se explica como un niño que supuestamente nace en blanco, se podría decir que sólo siente el calor de la madre, por su estrecha relación que se genera entre ambos seres humanos, con el pasar del tiempo puede que ese niño, presente síntomas de algún pecado capital. Es decir, puede presentar envidia, ira, lujuria, gula, pereza, soberbia o avaricia.
En este artículo, se habla cómo es posible que exista la envidia dentro de una familia. Si todos somos hermanos y debería existir una ayuda mutua, en vez de una envidia mutua, no existe una explicación lógica.
Según algunos investigadores el hombre en el transcurso de la historia, es la especie que más ha tratado de destruirse a su misma especie.
A pesar de ser un ser racional, la destrucción del hombre ha sido notable, a lo largo de la historia. Podemos leer y ver, hechos realmente sorprendentes, sobre cómo el hombre ha tratado de dominar a los otros hombres.
El ansia de poder en los hombres ha dado como resultado grandes destrucciones y muertes de personas prácticamente inocentes. El hombre por dominar a otras personas se olvidan de que son humanos y se transforman en una máquinas de matar personas, sin sentimiento alguno.
Aunque los pecados capitales con simplemente leerlos no insinúan mayores problemas, realmente si son, pues ellos son la raíz de todos los males. Algunos de estos pecados generan mal hacia las mismas personas, otros generan mal al exteriorizarse, es decir, a otras personas.
Todos conocemos lo que es capaz de hacer un ser humano cuando no tiene bajo control estos pecados capitales. Son prácticamente unos demonios sueltos capaces de hacer de las suyas.
Las personas tienen todos estos demonios dentro de sí mismas, en mayor o menor intensidad, que se deben controlar para así buscar tener una vida espiritual llena de paz y tranquila.
Una manera de controlar esta diversidad de sentimientos y emociones negativas en nuestro ser, es tratar de que las personas busquen conocerse a sí mismas.
Esta es una de las cosas más importantes que una persona puede hacer: CONOCERTE A TI MISMO. La mayoría de las personas no se conocen a sí mismas, piensan que si se conocen porque saben su nombre, pero realmente no se conocen.
Una manera de conocerse así mismo y a la vez evaluarse, es que la persona se pregunte: ¿Quién soy YO? de manera honesta e íntegra, y compare sus resultados con los 7 pecados capitales, que tanto atormentan a las personas.
La incertidumbre y la toma de decisiones
La toma de decisiones es fundamental en la vida. En la mayoría de los casos, asociamos estas palabras a los cargos gerenciales de las empresas. En otras palabras, pensamos que solo son utilizadas en el argot empresarial.
Pensamos que las empresas establecidas son las únicas que toman decisiones y cuando esas decisiones proporcionan un impacto positivo, las empresas se fortalecen en el mercado y crecen continuamente. Sin embargo, debemos pensar por un momento, sólo las empresas toman decisiones???…evidentemente que no.
Todos los seres humanos tomamos decisiones, unas más acertadas que otras. ¿Cuántas decisiones toma una persona común y corriente en el quehacer cotidiano???…muchas.
Crear y formar una familia es toda una toma de decisiones, las cuales deben ser las mejores decisiones. Se trata de los futuros seres humanos que van a formar parte de nuestra sociedad, los hijos, y dependiendo de esa toma de decisiones, seremos buenos o malos ciudadanos.
Ahora bien, estas decisiones particulares, familiares, tienen, ¿mayor relevancia que las decisiones tomadas por las empresas???…posiblemente. Las decisiones en las empresas son tomadas también por seres humanos, comunes y corrientes.
Entonces, cuál es la diferencia???…quiere decir que las decisiones empresariales son más importantes, que las decisiones particulares o familiares???., rotundamente no. No hay diferencia.
Lo que nos diferencia es que esas empresas toman decisiones, a pesar de la incertidumbre. Vencen el miedo y la incertidumbre. Se arriesgan. No tienen miedo.
Muchas de esas grandes empresas nacieron familiares: Ford, Rockefeller, entre otros. Se decidieron a hacer lo que estaban pensando, a formar sus empresas, y lo hicieron, no los paró nadie.
Hoy en día esta facebook, google, twitter, entre otras que tomaron decisiones definitivas, y de eso se trata de tomar decisiones definitivas.
En el caso de las personas particulares a la hora de tomar decisiones en función de cambiar sus vidas o luchar para tener una mejor calidad de vida, lo piensan. La creación de una familia es una decisión sin mucho pensar. Casi todo en automático, nos enamoramos y nos queremos: nos casamos o nos ponemos a vivir juntos.
Tomar decisiones que lo saque de la zona de confort, en donde el camino es desconocido, a la mayoría de las personas los invade la incertidumbre y el miedo, es un cerco mental que lo traemos al presente y no nos deja avanzar. Pensamos que es imposible lograr salir adelante.
Si pensamos en una idea de negocio, pensamos que es imposible crear un negocio rentable. Pensamos que ya todo está hecho, que no hay nada que inventar, es la manera de sacarle el cuerpo a la idea y auto sabotearse es lo mejor que se puede hacer.
El miedo a emprender
Tengo una buena idea, pero me da miedo fracasar y eso me da mucho miedo. Mejor me quedo tranquilo. Eso generalmente es lo que hacemos. Tenemos la idea, es muy buena, pero no hacemos todo el esfuerzo para llevarla a cabo. Buscamos una y mil excusas para no hacer nada con respecto a llevarla a la realidad.
A ciertas personas se les hace difícil ponerse a trabajar para desarrollar la idea, porque tiene arraigado en su mente: que no vale la pena, para que hacer eso, los ricos están completos, eso tiene mucho trabajo, no tengo dinero, yo no nací para eso, no le pares a eso, pero realmente lo que tienen es miedo.
Personas con afirmaciones negativas, que sólo ellas se las creen, y en muchos de los casos son las personas, que se la creen que se la saben todas. Expresiones como estas: la vida es una sola, vive la vida, que la vida es corta y la muerte es larga, …son expresiones que evitan que entren las afirmaciones positivas. Con este tipo de pensamiento se llega al conformismo, que con lo que se tiene es suficiente.
Sabemos que estos pensamientos son difíciles de eliminar de la mente y más aún cuando las personas no se dejan ayudar. Sin embargo, sucede que a muchas personas les da o sienten miedo de llevar a cabo su idea, su emprendimiento. No saben cómo empezar y no tienen orientación, pero más que miedo al emprendimiento, es miedo a fracasar.
A las expresiones anteriores se les puede agregar: Y si…¿eso no se da?, y ¿si fracasamos?,…Toda una serie de obstáculos que posiblemente no te dejen que arranques con nada. Precisamente se trata de eso, nos traemos todos los obstáculos futuros al presente, que te agobian y te inmovilizan.
Cuántas personas profesionales se asustan y hasta le dicen que “NO” a un cargo superior,??…muchas dicen que no. Dicen estas expresiones: no quiero, no puedo, aquí donde estoy…estoy bien, mucha responsabilidad y pare de contar. Lo que se tiene es miedo, y miedo a fracasar.
Los seres humanos no nacimos para ser unos fracasados, al contrario nacimos para ser exitosos. Tenemos de todo para ser exitosos. Que nos equivocamos y no salió como esperábamos, eso es otra cosa, no es fracaso, no se hicieron las cosas, como se tenían que haberse hecho. Que toca..?, prepararse y aprender de los errores., pero en su mayoría pensamos: NO SIRVIÓ PARA NADA, DEJEMOS ESO ASÍ, y se olvida el asunto.
El Secreto de la Prosperidad
La mayoría de las personas desean la prosperidad, pero no se sienten comprometidas con ella. Sabemos que el camino es difícil y prácticamente nadie sabe cómo iniciar el camino a la prosperidad. Sin embargo, el inicio del camino lo tenemos en nuestras manos, en nuestro cuerpo, y en especial en nuestra mente. Si tenemos la mente preparada para la prosperidad, para la riqueza, la lograremos. Todo está dentro de ti, en tu mente.
En esta vida nada es imposible y más aún si tenemos la ayuda de Dios, y si por no sabías, Dios está dentro de tí. Todo se trata de tener una mente programada para lograr lo que te propones por pequeño o grande que sea.
En vez de decirle a la mente “no puedo hacerlo”, “es muy difícil”, “no puedo lograrlo”, dile “que si puedes”. Las palabras negativas se van a lo profundo de la mente, de donde es difícil sacarlas y ahí se quedan impregnadas en nuestro cerebro. A lo largo de nuestras vidas, acumulamos pensamientos negativos, y están ahí dirigiendo nuestras vidas, por lo cual es necesario eliminarlos de nuestro subconsciente.
A la hora de emprender el camino a la prosperidad tenemos por costumbre pronunciar palabras negativas que no te dejan avanzar. Todo lo pones oscuro y difícil de creer. Si una persona ha logrado ser rica o te habla de riqueza, por un lado no le crees y por el otro lo tratas de loco, como si obtener riqueza fuese imposible. En esta vida nada es imposible.
Una palabra que tiene el poder de hacer cambiar tu estilo de vida, de mejorar tú calidad de vida o llevarte a la riqueza es la “inversión”. Investiga todo el poder que encierra esta palabra, por insignificante que te parezca.
La inversión en muchos de los casos la confundimos con gastos, y mientras no tengas claros los conceptos y las diferencias, no lograrás avanzar hacia el camino de la prosperidad.
La preparación es la clave del éxito
Estar en el lugar correcto, en el momento correcto para cuando se presenten las oportunidades es lo que nos han enseñado y nos han dicho para lograr el éxito.
Sin embargo, estar en el lugar y en el momento correcto y no estar preparados, seguramente no lograremos aprovechar las oportunidades que se nos presenten. ¿Cuántas personas por no estar preparadas, no aprovechan las oportunidades que se les presentan? Muchas…
El éxito, la prosperidad, la riqueza está enmarcada dentro de un proceso constante de preparación, capacitación, sabiduría y conocimiento. La prosperidad exige una serie de requisitos fundamentales para poder alcanzarla. No se trata de hablar por hablar o decir por decir. Se trata de demostrar con hechos que puedes lograr la prosperidad.
Entre los primeros requisitos que exige la prosperidad está la capacitación mental. Debes preparar tú mente para el éxito y convencerla de que puedes lograr lo que te propones. La mente tiene el poder maravilloso de hacer lo que tú quieras que haga. Si logramos programar la mente para el éxito, para la prosperidad, para la riqueza, con toda seguridad se aprovecharán todas las oportunidades que se te presenten.
La gente no prospera porque no prepara la mente para lograr lo que se propone, se debe reprogramar la mente y hacerla que nos obedezca. La mayoría de las personas no tienen preparado el subconsciente para lograr lo que se desea.
Nuestra mente subconsciente no hace nada si la mente consciente no emite órdenes de progreso, éxito y prosperidad. Además si la persona no se esfuerza, no tiene disciplina y perseverancia en lograr lo que se propone, es muy difícil que el éxito llegue.
Por paradójico que parezca, muy pocas personas saben cuál es el camino a la riqueza (sólo los que lo han logrado), pero la gran mayoría si sabe cuál es el camino a la pobreza.
En este sentido, como sabemos que el camino a la prosperidad es duro y sólo los duros son los que continúan el camino, es necesario e indispensable prepararse y capacitarse para aprovechar las oportunidades. El mundo está lleno de oportunidades, pero como no estamos preparados no las vemos.
El poder que lo vence todo
Cuántas ideas, cuántos proyectos, cuántos planes se nos han caído por no tener perseverancia y firmeza para lograrlos. No planificamos lo que queremos para nuestras vidas. La vida la vivimos en su mayoría como se va presentando. Esto hace que ciertas cosas que deseamos lograr se nos vayan de las manos. Y cuando no se tiene claro que es lo que se quiere, más rápido desaparecen, como el humo en la montaña.
Nos distraemos fácilmente, perdemos el rumbo cuando las cosas se nos van poniendo más difíciles. Buscamos cualquier excusa para abandonar lo que nos propusimos llevar a cabo. Salimos corriendo al presentarse el primer obstáculo y bombardeamos nuestra mente con pensamientos negativos que hacen que dejemos nuestra idea a un lado.
No hay mas duro en esta vida que la prosperidad, y la prosperidad no sólo se trata de obtener dinero. Se trata de que en el día de hoy nos encontremos mejor que ayer, y en el día de mañana nos encontremos mejor que hoy. Si queremos lograr tener éxito en lo que nos proponemos es necesario tener perseverancia y firmeza.
La perseverancia y la firmeza no se trata de estatus socioeconómico. No se trata de ser más inteligente, no se trata de tener mayor talento, no se trata de tener la mejor y prestigiosa carrera universitaria.
En la vida encontramos a grandes intelectuales y profesionales que no han logrado nada. Han fracasado por no tener perseverancia y firmeza de seguir adelante, en lo que eran buenos. También encontramos personas sin estudios, que nacieron pobres y se propusieron ser ricos y lo lograron. ¿Por qué lo lograron? por tener perseverancia y firmeza.
Un propósito nos lleva al éxito
Cuando no sabemos lo que queremos en la vida, cualquier camino es bueno para seguir. No le prestamos atención a la planificación y en muchos casos andamos a la deriva sin saber qué rumbo tomar. Estamos prácticamente improvisando la vida y se podría decir que desaprovechando el tiempo. La mayoría de las personas no tienen un proyecto de vida que los conlleve a lograr la prosperidad. Simplemente viven el día a día, sin pensar en mejorar la situación en la que se encuentran. Y en la mayoría de los casos no es la mejor.
Si queremos lograr nuestras metas, es necesario comprometernos con las mismas. La fuerza de voluntad no basta, es necesario tener un propósito de vida. Generar compromiso con dicho propósito, de lo contrario no se lograran las metas. La mayoría de las personas no se comprometen con la prosperidad. No se comprometen con tener una mejor calidad de vida, y menos aún no se comprometen con la riqueza.
A muchas personas les da miedo la riqueza, por eso no la buscan. Prefieren no hacer nada en cambiar la situación, pues se conforman con lo que tienen y cómo viven. Si todo el tiempo haces lo mismo, no pretendas que las cosas van a cambiar. Tenemos que generar cambios de superación en nuestras vidas, para que comiencen a verse cambios positivos. De lo contrario nos arropara la vejez, siendo tarde para tomar acción, entienda que es necesario salir de la pobreza.
Si te propones lograr la riqueza, ten la seguridad que la lograras si te comprometes con ella. Así mismo, sucede con los emprendimientos, si te comprometes en llevar tu emprendimiento a la realidad, ten la seguridad que lo lograrás. Pensar y pensar en hacer, y no hacer nada; es como arar y arar y no sembrar.
Los primeros pasos hacia la prosperidad
Generalmente las personas no saben por dónde empezar el camino hacia la prosperidad. Estudiamos, nos graduamos y comenzamos a trabajar en una empresa pública o privada o por nuestra propia cuenta. Lo mismo le sucede a una persona que no sintió motivación por estudiar, tiene que trabajar para poder mantenerse. Sin embargo, ese largo camino laboral lo que nos lleva es a ser conformes y acostumbrarnos a un determinado tipo de trabajo y de rutina. Necesariamente no te lleva a la prosperidad.
Una persona, independientemente de que estudie o no estudie, no sabe cómo iniciar el camino a la prosperidad, a la riqueza. Esto es comprensible, nadie nos ha dicho o indicado cual es el camino. Este camino no se enseña en la escuela ni en la universidad. No estamos preparados para concebir la prosperidad o la riqueza como un estilo de vida, y la mayoría no piensa en hacerse rico. Solo piensa por momentos en la riqueza, pero no se compromete, no la tiene como propósito.
Uno de los principales pasos que debe dar una persona para lograr empezar en el camino hacia la prosperidad. Cambiar su estilo de vida, es entrar en proceso de conversación interna. Te lo repito: iniciar un proceso de conversación interna, donde debes escuchar tú corazón y a ti mismo: ¿Qué dice tú corazón? ¿Realmente quieres cambiar tu estilo de vida? ¿Quieres cambiar la situación en la que te encuentras? ¿En qué deseas transformarte? ¿Deseas salir de la pobreza? Se trata de un proceso de reflexión, concientización y aprobación interna. Donde tienes que tomar la decisión de cambiar tú estilo de vida, tomando en cuenta aspectos fundamentales de tu ser interior.
De lo contrario no tiene sentido lo que hagas, porque no vas a llegar a ninguna parte. Simplemente vas a estar como la mayoría de las personas. Conforme con lo que tienes, laborando por un periodo de treinta años, esperando a que llegue la jubilación y la vejez.
Si realmente crees que puedes cambiar tu vida por un mejor estilo de vida. Y estás dispuesto a comprometerte contigo a lograr la prosperidad, a salir de donde te encuentras, debes buscar llevar ese deseo a la realidad. Debes pensar en cómo hacer para pasar del punto A al punto B. Es necesario que realices un plan de acción, es decir, un proceso de planificación personal y financiera que te lleve a coronar la prosperidad.
Debes diseñar y ejecutar todo un plan financiero, con su respectivo control y seguimiento. No en la mente, con papel y lápiz en la mano, en donde plasmes todas las acciones a seguir para alcanzar la tan ansiada prosperidad. Esas acciones deben estar atadas a una meta, en donde a la vez se indique el tiempo de logro de la misma. De no lograrse la meta, debes indicar o explicar, él porque no se logró alcanzar la meta programada. Y seguir buscando cumplir con la meta, insistiendo por varios caminos. Se deben establecer tantas metas como sean posibles y cumplirlas, esto te irá conduciendo al cumplimiento de ese deseo.