El poder que lo vence todo.
Cuántas ideas, cuántos proyectos, cuántos planes se nos han caído por no tener perseverancia y firmeza para lograrlos. No planificamos lo que queremos para nuestras vidas. La vida la vivimos en su mayoría como se va presentando. Esto hace que ciertas cosas que deseamos lograr se nos vayan de las manos. Y cuando no se tiene claro que es lo que se quiere, más rápido desaparecen, como el humo en la montaña.
Nos distraemos fácilmente, perdemos el rumbo cuando las cosas se nos van poniendo más difíciles. Buscamos cualquier excusa para abandonar lo que nos propusimos llevar a cabo. Salimos corriendo al presentarse el primer obstáculo y bombardeamos nuestra mente con pensamientos negativos que hacen que dejemos nuestra idea a un lado.
No hay mas duro en esta vida que la prosperidad, y la prosperidad no sólo se trata de obtener dinero. Se trata de que en el día de hoy nos encontremos mejor que ayer, y en el día de mañana nos encontremos mejor que hoy. Si queremos lograr tener éxito en lo que nos proponemos es necesario tener perseverancia y firmeza.
La perseverancia y la firmeza no se trata de estatus socioeconómico. No se trata de ser más inteligente, no se trata de tener mayor talento, no se trata de tener la mejor y prestigiosa carrera universitaria.
En la vida encontramos a grandes intelectuales y profesionales que no han logrado nada. Han fracasado por no tener perseverancia y firmeza de seguir adelante, en lo que eran buenos. También encontramos personas sin estudios, que nacieron pobres y se propusieron ser ricos y lo lograron. ¿Por qué lo lograron? por tener perseverancia y firmeza.
Un propósito nos lleva al éxito
Cuando no sabemos lo que queremos en la vida, cualquier camino es bueno para seguir. No le prestamos atención a la planificación y en muchos casos andamos a la deriva sin saber qué rumbo tomar. Estamos prácticamente improvisando la vida y se podría decir que desaprovechando el tiempo. La mayoría de las personas no tienen un proyecto de vida que los conlleve a lograr la prosperidad. Simplemente viven el día a día, sin pensar en mejorar la situación en la que se encuentran. Y en la mayoría de los casos no es la mejor.
Si queremos lograr nuestras metas, es necesario comprometernos con las mismas. La fuerza de voluntad no basta, es necesario tener un propósito de vida. Generar compromiso con dicho propósito, de lo contrario no se lograran las metas. La mayoría de las personas no se comprometen con la prosperidad. No se comprometen con tener una mejor calidad de vida, y menos aún no se comprometen con la riqueza.
A muchas personas les da miedo la riqueza, por eso no la buscan. Prefieren no hacer nada en cambiar la situación, pues se conforman con lo que tienen y cómo viven. Si todo el tiempo haces lo mismo, no pretendas que las cosas van a cambiar. Tenemos que generar cambios de superación en nuestras vidas, para que comiencen a verse cambios positivos. De lo contrario nos arropara la vejez, siendo tarde para tomar acción, entienda que es necesario salir de la pobreza.
Si te propones lograr la riqueza, ten la seguridad que la lograras si te comprometes con ella. Así mismo, sucede con los emprendimientos, si te comprometes en llevar tu emprendimiento a la realidad, ten la seguridad que lo lograrás. Pensar y pensar en hacer, y no hacer nada; es como arar y arar y no sembrar.
Los primeros pasos hacia la prosperidad
Generalmente las personas no saben por dónde empezar el camino hacia la prosperidad. Estudiamos, nos graduamos y comenzamos a trabajar en una empresa pública o privada o por nuestra propia cuenta. Lo mismo le sucede a una persona que no sintió motivación por estudiar, tiene que trabajar para poder mantenerse. Sin embargo, ese largo camino laboral lo que nos lleva es a ser conformes y acostumbrarnos a un determinado tipo de trabajo y de rutina. Necesariamente no te lleva a la prosperidad.
Una persona, independientemente de que estudie o no estudie, no sabe cómo iniciar el camino a la prosperidad, a la riqueza. Esto es comprensible, nadie nos ha dicho o indicado cual es el camino. Este camino no se enseña en la escuela ni en la universidad. No estamos preparados para concebir la prosperidad o la riqueza como un estilo de vida, y la mayoría no piensa en hacerse rico. Solo piensa por momentos en la riqueza, pero no se compromete, no la tiene como propósito.
Uno de los principales pasos que debe dar una persona para lograr empezar en el camino hacia la prosperidad. Cambiar su estilo de vida, es entrar en proceso de conversación interna. Te lo repito: iniciar un proceso de conversación interna, donde debes escuchar tú corazón y a ti mismo: ¿Qué dice tú corazón? ¿Realmente quieres cambiar tu estilo de vida? ¿Quieres cambiar la situación en la que te encuentras? ¿En qué deseas transformarte? ¿Deseas salir de la pobreza? Se trata de un proceso de reflexión, concientización y aprobación interna. Donde tienes que tomar la decisión de cambiar tú estilo de vida, tomando en cuenta aspectos fundamentales de tu ser interior.
De lo contrario no tiene sentido lo que hagas, porque no vas a llegar a ninguna parte. Simplemente vas a estar como la mayoría de las personas. Conforme con lo que tienes, laborando por un periodo de treinta años, esperando a que llegue la jubilación y la vejez.
Si realmente crees que puedes cambiar tu vida por un mejor estilo de vida. Y estás dispuesto a comprometerte contigo a lograr la prosperidad, a salir de donde te encuentras, debes buscar llevar ese deseo a la realidad. Debes pensar en cómo hacer para pasar del punto A al punto B. Es necesario que realices un plan de acción, es decir, un proceso de planificación personal y financiera que te lleve a coronar la prosperidad.
Debes diseñar y ejecutar todo un plan financiero, con su respectivo control y seguimiento. No en la mente, con papel y lápiz en la mano, en donde plasmes todas las acciones a seguir para alcanzar la tan ansiada prosperidad. Esas acciones deben estar atadas a una meta, en donde a la vez se indique el tiempo de logro de la misma. De no lograrse la meta, debes indicar o explicar, él porque no se logró alcanzar la meta programada. Y seguir buscando cumplir con la meta, insistiendo por varios caminos. Se deben establecer tantas metas como sean posibles y cumplirlas, esto te irá conduciendo al cumplimiento de ese deseo.
Salir de la zona de confort mental lo lleva al éxito.
La mayoría de las personas quieren cambiar. Salir de la situación en la que se encuentran. Tener una mejor calidad de vida, sin embargo, sólo lo piensan; no se atreven a salir de la comodidad mental en la que se encuentran, porque de solo pensar en mejorar su calidad de vida, implica hacer muchas cosas diferentes a las que han venido haciendo cotidianamente.
Elevar nuestra calidad de vida y luchar por lograr algo en nuestras vidas, bien sea mejores ingresos o libertad financiera, requiere de compromiso y abrir la mente a los nuevos cambios y metas que se deben planificar y cumplir para lograr dichos cambios. No basta con decir las cosas por decirlas. No basta decir, quiero cambiar; cuando no sientas un compromiso verdadero, un propósito real contigo mismo.
Salir de la zona de la comodidad mental, es decir; de lo que haces actualmente pero que no te sientes satisfecho, requiere de una revisión interna. De un diálogo interno contigo, en donde te evalúes con sinceridad y honestidad sobre tú situación. ¿Qué deseas cambiar? ¿Tú situación económica? ¿Tienes bajos ingresos? ¿La casa dónde vives, te mereces una mejor? ¿Mudarte a un mejor lugar? ¿Mejor educación para tus hijos? Todo esto y más se puede lograr, siempre y cuando te salgas de tú zona de confort mental donde te encuentras.
La gente piensa y le gusta la prosperidad pero no lucha por alcanzarla. La mayoría de las personas caen en un conformismo y en una costumbre, que hacen de su vida una rutina diaria, de la cual es difícil desprenderse, transformado dicha rutina en un hábito de vida.