Hablar de crucifixión para los que son creyentes de Jesucristo, los remonta al año 33 del siglo I cuando fue crucificado en un madero y al tercer día resucitó. Hasta el día de hoy todos los creyentes celebran esta faceta de la vida de Jesús, haciendo simulacros en diversas partes del mundo.
La mayoría de los creyentes no buscan otra manera de interpretar esa crucifixión. En su momento fue una crucifixión física, pues fue a un hombre que se castigó por decir la verdad, la cual no calaba entre los sacerdotes, fariseos e ignorantes de la palabra que Jesús predicaba, aclarando que no predicaba religión ni ninguna ideología.
Hoy en día ya no debemos practicar una crucifixión física sino una crucifixión espiritual, lo físico ya pasó, y todas las personas que son creyentes y tienen fe en Cristo deberían crucificarse, pero no con los pecados o cosas mal hechas que hayan realizado en sus vidas, sino con sus creencias y deseos de superación y progreso.
Muchas personas están crucificadas es con la envidia, el rencor, el odio, la avaricia y la codicia, y parece mentira, pero esta cruz que llevan encima no las deja progresar. Estas personas llevan una carga tan pesada que no pueden levantarse ni mirar hacia adelante y no ven el camino por donde deberían andar.
Una manera de progresar y lograr la prosperidad es que te crucifiques con el éxito. Es increíble como la mayoría de las personas que leen la biblia, la interpretan de manera religiosa, cayendo en el grave error de no darle la interpretación adecuada, cayendo en dogmatismos que no dejan que las personas piensen por sí mismas, en vez de ver a la biblia como un libro filosófico para estar lleno de vida, progreso y prosperidad, lo que hacen es interpretarla de manera inversa, cayendo en la pobreza y creyendo que la biblia es un libro religioso y ser rico es pecado.
Es importante señalar que la palabra pecado significa desde el punto de vista etimológico: errar el blanco, esto quiere decir que cuando pecamos no hicimos o nos desviamos de lo que hubiera sido correcto hacer, o si nos proponemos una meta y no la cumplimos estamos pecando.
Como podemos ver, la palabra pecado no rompe ningún código moral o religioso, de aquí es donde se dice que el pecado no existe. Esto no quiere decir que podemos hacer los que nos da la gana, al contrario, debemos buscar ser buenos ciudadanos y más aún si deseamos tener una vida llena de éxitos, debemos hacer los que nos proponemos.
Jesús dice: Además os digo, que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos (Mateo 18:19).
Algunas personas pueden interpretar estas palabras de manera literal y dicen: nos ponemos de acuerdo varias personas sobre cualquier cosa y Dios la hará cumplir tal cual fue el acuerdo, sin embargo, si tu no encuentras con quién ponerte de acuerdo, ¿Qué vas a hacer?, ¿No vas a hacer nada?, aquí es donde debes darle una interpretación más espiritual a estas palabras, las cuales pueden ser vinculadas con el éxito.
Por ejemplo: Tú te vas a poner de acuerdo con tus deseos de éxito, tu y los deseos son dos, y si lo que pides con fe y con deseo ardiente, Dios los dará por hechos. Ahora te preguntarás y ¿para cuándo será eso? La paciencia y la fe entran en juego en este acuerdo, pero además existe algo muy importante que debes hacer: ponerte en acción.
Uno de los mayores errores que cometen las personas es pedirle a Dios y acostarse a dormir. Así no funcionan las cosas, se debe dejar todo en manos de Dios, pero debemos entrar en acción con lo que deseamos, para que pueda existir una sincronización entre Dios, el Universo y usted, y se ponga en movimiento lo deseado.
Otra de las cosas que deben entender y saber las personas, es que Dios no es ese con barba, ojos verdes y pelo largo. A Dios nadie le ha visto el rostro ni le conocen a excepción del hijo, pero Dios es ese que está en el anonimato que da dirección a las cosas, y hacen que el universo funcione de manera perfecta, así lo dice Jesús y Albert Einstein respectivamente.
Dios es ese ser invisible, omnipotente, omnisciente, que todo lo ve y todo lo sabe, que le tiene amor a la humanidad, y quiere lo mejor para las personas. Ese ser invisible se mueve en el Universo irradiando ondas y frecuencias, que se pueden sincronizar con nuestras palabras y pensamientos, las cuales también son ondas y frecuencias, pero hay un pequeño detalle, la gente no cree que el universo funciona así.
Albert Einstein señala: Dios está allí, rigiéndose por las reglas de la naturaleza, y puede ser descubierto por cualquiera que tenga el valor, imaginación y persistencia para ir buscarlo.
Dios es todo lo que nos rodea, la naturaleza, el ambiente, el agua, el aire, y todas las cosas que nos dan vida, además Jesús ha señalado que el reino de Dios se encuentra entre nosotros (Lucas 17:20-22).
El evangelio de Tomás también señala que Dios está dentro de nosotros, así dice Jesús: Si aquellos que os guían os dijeran, «¡Ved, el Reino está en el Cielo!», entonces las aves del Cielo os precederían. Si os dijeran, «¡Está en el mar!», entonces los peces del mar os precederían. Más bien, el Reino de Dios está adentro de vosotros y está fuera de vosotros. Quienes llegan a conocerse a sí mismos lo hallarán y cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, sabréis que sois los Hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, sois empobrecidos y sois la pobreza.
A pesar de que nuestro señor Jesús dice estas palabras, la mayoría de las personas viven buscando a Dios por todas partes y no lo encuentran, y tampoco les prestan atención a estas palabras, y eso que la leen en la biblia a cada rato, y a la final piensan que es mentira. El mismo Dios dice: mucha gente me lleva en sus labios, pero no en su corazón.
Por otra parte, nosotros los seres humanos cargamos sobre nuestros hombros la máquina más poderosa que existe en el Universo: el cerebro, que aunado a lo que señala Jesús, que el Reino está dentro de nosotros, podemos decir que somos capaces de lograr lo que nos propongamos.
Como podemos observar, tenemos todo para ser personas capaces de lograr lo inimaginable, solo que la mayoría no cree en sí mismo, no se conoce así mismo, no se valora así mismo, y conoce poco sobre cómo funciona el universo y muy poco sobre Dios.
Crucifíquese con el éxito, en donde cada clavo sea una meta a lograr en función de lo deseado. Procure desear la prosperidad y la riqueza, que Dios desea lo mejor para los que tienen fe, y si usted es una persona de fe, no dude en desear la riqueza y ésta con seguridad le llegará, siempre y cuando se ponga en acción.