La Solidaridad como herramienta para cambiar vidas
El mundo y la vida sería mucho mejor si ponemos en práctica este mandamiento que dice la Biblia: Ama a tú prójimo como a ti mismo. Sin embargo, diera la impresión que no aplicamos ese mandato, parecemos insensibles a los problemas que afectan a las personas. Estamos cayendo en un plano que podemos llamar de deshumanización, no le prestamos atención a los problemas que cada día aquejan a los seres humanos y de los cuales muchos de ellos, podemos resolver solidariamente sin tener que clamarles a los gobiernos que vengan a resolverlo.
Si las personas del mundo se pusieran a pensar por un momento, que pueden hacer en función de la solidaridad para con las personas del mundo, se lograrían muchas cosas buenas y la vida sería mucho mejor. Si pensáramos en aquellas personas que necesitan pan, porque tienen hambre, en aquellas personas que necesitan medicina, porque están enfermas, en personas que no tienen donde dormir, porque no tienen un techo, y en los niños que no van a la escuela y no tienen con que alimentarse, el mundo sería mejor.
Buscamos la manera de resolver grandes problemas en los cuales no podemos intervenir ni dar solución, cuando tenemos pequeños problemas al frente de nosotros, que podemos resolver, y no le prestamos atención. En nuestra comunidad, tenemos problemas de agua, y esperamos a que llegue un político a ofrecer promesas, que nunca cumplirá.
Somos aproximadamente 7.9 billones de personas que habitamos en este planeta, si solo se logrará recaudar $1 por persona para resolver los problemas que aquejan a las personas, prácticamente no existirían problemas de hambre, nutrición, personas sin techo, niño sin educación, ancianos en situación de abandono, y muchos problemas se resolverían, sin la intervención de los gobiernos, pues todos sabemos, que los políticos trabajan por sus partidos y sus propios interese, pero hacen muy poco por velar por el bienestar y progreso de las personas y de las comunidades del mundo.
Por otra parte, las personas piensan que la solidaridad se trata solo de dinero, de dar dinero. La solidaridad no solo trata de eso, de dar dinero. Trata sobre escuchar a otras personas que están pasando necesidades o se les presenta algún problema. ¿Cuántas personas se mejoran con tan solo escuchar un buen consejo?, o si alguien está enfermo, y con sabias palabras se mejora o se alivia. Muchas personas logran esa mejoría.
Hoy en día, con la existencia de las redes sociales, la gente pregona ser solidaria, cristiana, creyente en Dios, pregona la amistad, pero eso lo dicen en las redes, de la boca para afuera, pero en el fondo del corazón no se encuentra la solidaridad por ninguna parte. Solo se busca un me Gusta o algún comentario al respecto, pero de resto no se espera más nada. Existe un desaprovechamiento de las redes sociales, estas pueden unir a todo un pueblo en una sola voz, y buscar la solución entre una gran red de personas, para una serie de problemas que afectan a las personas y a las comunidades. Cuando se trata de resolver problemas para personas, la gente en las redes no le da me gusta. El problema pasa por el frente de sus ojos, pero a la final ese grito de solidaridad, termina siendo invisible, como diciendo eso no es conmigo, y va pasando la publicación como río que desemboca al mar, y casi nadie le dio me gusta ni opinó, sin importarle el problema a nadie.
Acompañar y compartir forma parte de la solidaridad, cuantas cosas se logran con tan solo compartir y dar a conocer lo que muchas personas en el mundo desean lograr y tener. La globalización es un proceso de participación, las redes sociales es un proceso de participación, en donde todas las personas del mundo pueden ayudarse mutuamente.

Se piensa que, si se publica algún problema en las redes sociales, la mayoría va a buscar alguna solución, o la solidaridad saldrá a relucir, pero no es así, por supuesto abran excepciones, pero desaprovechamos el potencial de las redes sociales bien sea para apoyar a los emprendedores o para plantear problemas sociales que con la unión y solidaridad de todos podemos resolver, sin importar país, religión, sexo o raza.
En las redes sociales, no en todas, le damos mayor importancia a muchas cosas banales, que a publicaciones que conlleven un beneficio colectivo o personal. Ni nuestro círculo de amigos, en las redes, muchas veces no nos apoyamos y no somos solidarios, con lo que se publica, pero en particular cuando se requiere el apoyo solidario, para cualquier problema, ayuda o emprendimiento, en su mayoría hacemos caso omiso a tal solicitud. No se presenta la solidaridad en la extensión de la palabra.
Esta falta de solidaridad no se ve solo en las redes, también se ve fuera de ellas, en la vida cotidiana, en donde las personas no nos preocupamos por los demás, somos indiferentes a determinadas situaciones, en donde se hace necesario el apoyo de las personas, independientemente si las conocemos o no, ni el color, ni la raza, ni la religión. La solidaridad no se trata solo de dar dinero, todo no es dinero. Un gesto de solidaridad, puede ser apoyar, compartir, darle me gusta, acompañar, dar una palmadita en el hombro, una palabra de ánimo, una palabra de aliento, una palabra de amor y muchas cosas más. De esto se trata la solidaridad, de apoyar las causas que puedan mejorar la vida de las personas, y un granito de arena puede lograr eso: Hacer que las personas se sientan felices.
Israel lady 10 meses ago
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Reinaldo Rafael Briceño Villa 10 meses ago
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